domingo, 3 de julio de 2011

EL PERFIL PSICOLOGICO CRIMINAL

1. PERFIL CRIMINAL. DEFINICIÓN.
            Siguiendo a Garrido (2006), el perfil criminológico puede definirse como una estimación acerca de las características biográficas y del estilo de vida del responsable de una serie de crímenes graves y que aún no se ha identificado.
            El objetivo de este perfil es delimitar las características del presunto culpable para disminuir el rango de posibles culpables y ayudar a la policía focalizando y restringiendo las posibilidades de investigación, posibilitándoles el centrarse en los blancos realistas. Este punto es muy importante, ya que cuando se tratan de crímenes violentos o seriales, la alarma social y las posibilidades de que se vuelvan a repetir los hechos, hacen necesaria actuar con rapidez y detener cuanto antes al asesino.
            No obstante, el perfil tiene sus limitaciones, no es una ciencia exacta, está basada en el análisis de la huella psicológica que el asesino deja en sus crímenes y en datos estadísticos recolectado de otros casos y de los datos teóricos aportados por la psicología y la criminología. Estamos por tanto hablando de probabilidades.
En palabras de Ressler (2005), las personas que realizan un perfil buscan patrones e intentan encontrar las características del probable autor, se usa el razonamiento analítico y lógico, “qué” más “por qué” igual a “quién”.

2. EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL PERFIL CRIMINAL. LA PSICOLOGÍA EN EL CRIMEN.
            El uso de la psicología para combatir y estudiar el crimen debe estar relacionado desde el inicio mismo de ésta, sin embargo, ha sido relativamente reciente en el tiempo la intención de algunos expertos de elaborar una metodología más o menos sistemática que nos ayude a capturar a criminales usando las aportaciones que la psicología nos brinda. Esta metodología ha estado basada principalmente en la creación, desarrollo y uso de técnicas clasificatorias y de etiquetajes del delincuente criminal, teniendo inicialmente como principal objetivo la captura del criminal. El acopio de datos ha posibilitado un estudio más en profundidad, que ha dado lugar a diversas teorías psicológicas del crimen, teorías que tratan de explicar el hecho criminal  al igual que hace con cualquier patología mental. El desarrollo de técnicas terapéuticas y de rehabilitación del crimen está en un estadio muy precoz.
  • 1888. Gran Bretaña. El Dr. George B. Philips diseña el método “modelo-herida”, basado en la relación que existe entre las heridas que sufre la víctima y su agresor. En función de las características de éstas, se podría diseñar un perfil del delincuente.
  • 1870. Italia. Lombroso es considerado el padre de la criminología. Estudia desde el punto de vista evolutivo y antropológico prisioneros, dando lugar a una clasificación de delincuentes que tienen en cuenta características físicas:

  • Criminal Nato: Ofensores primitivos caracterizados por un proceso de degeneración evolutiva que podían ser descrito por determinadas características físicas.
  • Delincuente demente: Ofensores que padecen patologías mentales acompañadas o no de físicas.
  • Criminaloides: Serían los que no pertenecen a ninguno de los dos grupos anteriores pero determinadas circunstancias les han llevado a delinquir.
  • 1955. Alemania. Kretschmer hace un estudio de más de 4.000 casos y diseña una clasificación basada también en características físicas:

  • Leptosómico: Delgado y alto.
  • Atlético: Musculoso, fuerte.
  • Pícnico: bajos y gordos.
  • Mixtos: no puede encajar completamente en ninguna de las anteriores y sí en varias de ellas.
    Según esta clasificación cada tipo de delincuente se relacionaría con un tipo de delito, así los leptosómicos son propensos al hurto, los atléticos a crímenes donde se use la violencia y los pícnicos al engaño y el fraude.
            Las anteriores aportaciones tienen un fuerte componente biologicistas y fueron siendo abandonadas por la poca utilidad que ofrecía, así como por sus carencias científicas. Posteriormente y junto con el desarrollo que la psicología iba atesorando, las teorías dejaron a un lado las características físicas para detectar a criminales y empezaron a usar características psicológicas.
  • 1957. USA. Brussel compara conductas delictivas con conductas de pacientes mentales. Su perfil del Bombardero de Nueva York puede ser considerado el primer perfil psicológico criminal.
32 paquetes explosivos en Nueva York en ocho años. Brussel examinó las escenas de los crímenes y dio un perfil a la policía. El bombardero es un inmigrante de Europa de entre 40- 50 años que vivía con su madre. Hombre que era muy aseado y que por la forma redondeada de sus “w” adoraba a su madre. y detestaba a su padre. Predijo que en su detención vestiría un traje cruzado y abotonado. Poco más tarde, y tras las pistas aportadas por Brussel, George Metesky, un empleado enfadado de la compañía donde puso el primer artefacto fue detenido, llevaba un traje cruzado y abotonado.
            Según Brussel, su perfil fue fruto del uso del razonamiento deductivo, su experiencia y el cálculo de probabilidades. Brussel apuntó hacia un hombre paranoico, trastorno que tarda alrededor de 10 años en desarrollarse, lo que, junto a la fecha de la primera bomba le llevó a la edad del perfil. Este trastorno explica el resentimiento perdurable, la pulcritud y perfección de sus acciones y artefactos, así como su vestimenta. Las notas que dejaba permitieron evaluar su procedencia, parecía como si estuviera traduciendo, lo que nos lleva a un inmigrante, en concreto del Este de Europa, donde históricamente se ha usado las bombas como armas de terrorismo.
                        La exactitud del perfil tuvo una gran repercusión en la policía, que empezó a respetar y a usar las aportaciones que la psicología podía hacer en este tipo de casos.
A pesar de que era aún una técnica poco precisa y con fallos, como se demostró entre otros, en los casos del Estrangulador de Boston, el perfil criminal fue ganando aceptación y demanda. A esto ayudó el aumento de homicidios en los que el asesino no era una persona conocida para la victima, lo que complicaba su resolución a la policía.
  • 1970.USA. A partir de esta fecha, resulta vital para el desarrollo de esta técnica las aportaciones y desarrollos realizados por el FBI. El perfil psicológico del criminal queda establecido como técnica de investigación policial para resolver los casos difíciles, se crea la Unidad de Ciencias del Comportamiento en el FBI, unidad especializada en el diseño de este tipo de perfiles. Agentes del FBI se preocupan por este tema y se van especializando, entre ellos Robert  Ressler. Ressler entrevistó a cientos de criminales violentos en las cárceles, analizó y sistematizó toda esa información en el Proyecto de Investigación de la Personalidad Criminal, creado por él mismo y empezaron a documentar ciertos patrones y comportamientos de asesinos.
Una de sus mayores aportaciones fue la del término de “asesino en serie”, que veremos más adelante y su clasificación de asesinos en serie.
  • Asesinos en serie Organizados: Muestran cierta lógica en lo que hacen, no sufren trastornos mentales que puedan explicar en parte lo que hace, planifican sus asesinatos, son premeditados y nada espontáneos, suelen tener inteligencia normal o superior, eligen a sus victimas y las personaliza para que exista una relación entre él y su presa.
  • Asesinos en serie no Organizados: Sus actos no usan la lógica, suelen presentar trastornos mentales que se relacionan con sus aberrantes actos, tales como la esquizofrenia paranoide. No selecciona ni elige a sus victimas, ya que sus impulsos de matar le dominan tanto que improvisa, actúa espontáneamente y con una mayor carga de violencia y saña sin ningún mensaje. Su deterioro mental hace también que no se ocupe de la escena del crimen ni haga nada especial para no ser detenido. No quiere relacionarse con su víctima, solo destruirla.
Esta clasificación es actualmente usada en el desarrollo de perfiles, aunque en muchas ocasiones no existen los asesinos organizados o desorganizados puros y son más mezcla de ambos. No obstante la división sí ha resultado fructífera y de gran ayuda a la hora de perfilar un asesino ya que dentro de su  clasificación, las características que describen a uno y a otro tipo de asesino si tiene una gran consistencia estadística. Los términos de organizados y desorganizados son, como dice Ressler, de fácil uso para los policías porque se escapa un poco de la terminología psicológica y médica.
            A partir de las aportaciones del FBI, la técnica del Perfil criminal ha ido evolucionando y adoptándose por otros cuerpos de policía de otros países. Además, se han creado diversas titulaciones académicas, agencias y organizaciones privadas encargadas de realizar perfiles criminales.
 Aunque no hay y posiblemente no haya un sistematización absoluta de esta técnica, es en gran parte como dice Ressler un arte, el perfil ha quedado incluido como una técnica de investigación criminal.


3. ÁMBITOS DE APLICACIÓN DEL PERFIL CRIMINOLÓGICO.
            Generalmente, el uso del perfil criminológico se restringe a crímenes importantes tales como homicidios y violaciones. Como mencionamos anteriormente, las características de estos hechos hace que la policía deba trabajar contrarreloj para resolver estos casos. Cuando se trabajan en homicidios donde el culpable es un desconocido para la víctima, el perfil puede ayudar a dar luz sobre el crimen y encaminar a la policía en sus investigaciones.
            Cuando se quiere evaluar la posibilidad de relacionar varios homicidios, realizar un perfil sobre el autor de los asesinatos puede ayudar a determinar si estamos ante un asesino en serie o ante asesinos inconexos.
            En otras ocasiones, el perfil ayuda a conocer ante qué tipo de personas nos enfrentamos y éste arma puede usarse antes de su captura, provocando por ejemplo al agresor en los medios de comunicación, y después de su captura, preparando los interrogatorios.
            Otro ámbito de aplicación del perfil es su función teórica, en cuanto a que el análisis y evaluación de casos sirven para aumentar el conocimiento que se tiene sobre la propia técnica y sobre el hecho criminal.
4. TIPOS DE PERFILES CRIMINALES.
4.1  Perfil de agresores conocidos o método inductivo.
            Este método se basa en el estudio de casos para, a partir de ellos, extraer patrones de conductas característicos de esos agresores.
            Se desarrolla básicamente en el ámbito carcelario, mediante entrevistas estructuradas o semiestructuradas,  aunque también se suele usar como fuente de información las investigaciones policiales y judiciales.
            El estudio de presos se complementa con entrevistas a personal carcelario a su cargo, así como parientes y cualquier persona que pueda dar información relevante respecto a esta persona.
            Ressler, dentro del proyecto de Investigación de la Personalidad criminal (PIPC) entrevistó, junto a colaboradores, a cientos de criminales violentos por todas las cárceles de EE.UU. Según su experiencia, las entrevistas a criminales solo tienen valor si aportan información útil para la policía sobre su personalidad y sus acciones. Para ello, el entrevistador debe ganarse la confianza y el respeto del entrevistado. (Ressler, 2006).
            Una característica a tener en cuenta a la hora de elegir a los entrevistados es que ninguno de ellos pueda ganar nada por el hecho de participar en la entrevistas, ya que esto podría sesgar sus respuestas.
  4.2. Perfil de agresores desconocidos o método deductivo.
            Este método se basa en el análisis de la escena del crimen en cuanto a sus evidencias psicológicas para que pueda inferirse el perfil del autor de ese crimen. En este método se intenta pasar de los datos generales a los particulares de un único individuo. Para ellos se analiza la escena del crimen, la victimología, pruebas forenses, características geográficas, emocionales y  motivacionales del agresor.
            Para la realización de este perfil se tiene en cuenta los datos aportados por el método inductivo.
            Para ejemplificar este método tomamos un perfil realizado por Ressler:
“...la mayoría de los asesinos en serie son blanco, Danny vivía en un barrio blanco, si hubiera aparecido cualquier hombre negro, hispano o incluso asiático, muy probablemente habrían notado su presencia. Pensé que el asesino no era joven porque el asesinato tenía un carácter experimental y porque el cuerpo había sido abandonado a poca distancia de un camino, elementos que indicaban que se trataba de un primer asesinato...El abandono del cuerpo justo al lado de un camino transitado sugiere que el asesino quizá no tenía la fuerza física suficiente para llevar el cuerpo más lejos...(Ressler, 2006).

5. METODOLOGÍA DEL PERFIL.
            Para la elaboración de un perfil criminal es necesario el análisis y evaluación de estas fuentes: escena del crimen, perfil geográfico, modus operandi y firma del asesino y victimología.
            5.1 Escena del crimen:
            La escena del crimen es, como su nombre indica, el lugar que el asesino ha elegido para matar a su víctima. Las escenas pueden ser varias si el asesino ha usado varios lugares desde que atrapa su víctima hasta que la deja. Puede atraparla en un sitio, torturarla en un segundo, matarla en un tercero y trasladarla a un cuarto para abandonarla allí. En cualquier caso, la escena principal es donde la muerte o agresión de mayor importancia y el resto son secundarias. Generalmente es en la primaria donde hay más transferencia entre el asesino y su víctima, por lo cual suele ser en la que hay más evidencias psicológicas y físicas.
            Es importante por esto la protección de la escena o escenas del crimen ya que cada pista puede ser clave, además, es necesario evaluar si ha habido una manipulación de dicha escena, lo que suele llamarse actos de precaución o conciencia forense (cuando elimina pruebas físicas).
            5.2 Perfil geográfico:
            Este perfil describe el aspecto geográfico donde se desenvuelve el delincuente, sus escenas del crimen, los puntos geográficos de esos crímenes, sus desplazamientos, el terreno en el que actúa, zona de riesgo, base de operaciones.
            Este perfil nos dice mucho del mapa mental del criminal, que es la descripción que el delincuente tiene en su cabeza de las zonas geográficas en las que se desenvuelve en su vida. Su casa, su calle, su barrio, su ciudad están descritos en la mente del criminal en función de las experiencias que ha tenido con cada uno de esos lugares, nos describe su zona de confianza, su territorio, las zonas de influencia, cómo se mueve y se desplaza por ellas. La comprensión de estos datos nos puede dar información de en qué zona vive, dónde debemos buscarlo y dónde puede actuar.
            Como cualquier depredador, éste ataca a sus víctimas en el territorio en el que se sienta seguro, su presa tenga menos posibilidades y pueda huir si es necesario. Como cualquier persona, las conductas que requieren intimidad o que pueden provocar cierto estrés, son más fáciles de realizar en terreno conocido que en aquel desconocido que nos provoca inseguridad. Para el asesino en serie matar es su objetivo, pero no olvida su sentido de supervivencia que le hace tratar de evitar que le capturen. Por eso va a matar en aquellas zonas en las que se sienta cómoda. Este hecho puede desaparecer en determinado tipo de asesino en serie, en concreto en los desorganizados, en lo que su sed de muerte se produce por impulsos y no tiene tanto control sobre ese aspecto. Generalmente, su deterioro mental también hace que no planifique tanto sus crímenes. Por otro lado, ese deterioro mental hace que no sea capaz de desplazarse a grandes distancias para buscar a su víctimas ni para acabar con sus vidas, por lo que también actúa en su zona geográfica.
            Muchos estudios se han hecho al respecto, de los cuales, la hipótesis del círculo de Canter ha sido la más fructífera. Corresponde a un estudio realizado con violadores en el que se encontró que entre el 50 y el 70 por ciento de ellos vivían en un área que podía ser delimitada por un círculo que uniese los dos lugares más alejados donde había actuado, muchos de ellos vivían en el mismo centro de ese círculo.
            El estudio de casos ha mostrado que en la mayoría de los asesinos en serie, sus primeros actos se realizan cerca del lugar donde reside o trabaja y posteriormente se van alejando a medida que van adquiriendo seguridad y confianza. Cuando decimos cerca del lugar donde vives es una cercanía relativa ya que el asesino tampoco se va a exponer a ser reconocido actuando en lugares muy próximos a su hogar y en el que las posibles víctimas y testigos puedan conocerlo.
            Un tipo de asesino, el viajero, rompe esta regla en cuanto a que prefiere viajar lejos de su zona habitual de residencia para matar.
           
           
            5.3 Modus operandi y firma.
            El modus operandi es el método que usa el asesino para llevar a cabo su crimen, describe las técnicas y las decisiones que el asesino ha tenido que tomar. De esta evaluación sacamos información sobre cómo mata nuestro asesino y qué características psicológicas se pueden deducir de este método: planificador, inteligente, profesión que puede desarrollar, descuidado, perfeccionista, sádico...
            El modus operandi, al contrario que la firma, puede variar a lo largo del tiempo
puesto que, como habilidades, pueden aprenderse o evolucionar o degenerarse con los crímenes posteriores.
            El modus operandi tiene naturaleza funcional. (Garrido, 2006) y tiene tres metas: proteger la identidad del delincuente, consumar con éxito la agresión y facilitar la huida.
            Por lo que se refiere a la firma, ésta es el motivo del crimen, el por qué, refleja la razón por la que el asesino hace lo que hace. Nos da una información más profunda ya que nos presenta qué quiere decir con el crimen, y más psicológica puesto que nos habla de sus necesidades psicológicas. El asesino mantiene su firma  estable a lo largo de su carrera criminal, por lo que, aunque cambie su modus operandi podemos relacionarlo por dicha firma. Esto no quiere decir que físicamente la conducta o conductas que describen la firma del delincuente no puedan cambiar. El aspecto profundo de la firma no cambia, la ira, venganza, sadismo permanece inalterable pero la forma de plasmarla puede evolucionar, incrementar, disminuir o degenerarse en función del propio desarrollo de la motivación a la que representa.

            5.4. Victimología.
            La víctima tiene una importancia crucial puesto que es la protagonista del hecho criminal, presencia el crimen en primera persona, sobre ella recae el acto criminal y se representan el modus operandi y la firma del asesino.
            Si la víctima sobrevive puede aportar mucha información de primera mano acerca de su agresor y de sus circunstancias, si ésta fallece es necesario realizar una autopsia psicológica. En esta autopsia se tratan de recoger varios aspectos personales y  sociales de la víctima. Es necesario reunir una serie de información respecto a su domicilio, educación, estado civil, aficiones, situación económica, temores, hábitos, enfermedades, amistades, trabajo...
            De toda esta información se desprende primariamente una clasificación de la víctima en cuanto al riesgo que suponen para ser agredidas. En este caso hablamos de víctimas de bajo y del alto riesgo (Ressler 2005). Como es lógico, las víctimas de alto riesgo tienen una mayor probabilidad de ser atacadas y además de no suponer muchos problemas para sus atacantes.
            Por otra parte, el estudio y análisis de la víctima nos da información de cómo su asesino se relaciona con sus víctimas, lo que nos proporciona una huella psicológica importante para realizar el perfil. En un crimen hay dos protagonistas, el asesino y su víctima, entre ellos hay una relación, el asesino usa a la víctima para narrar su historia, para satisfacer sus fantasías personales pero también para dejar constancia de su relación con el mundo. Y es en esta relación donde se refleja más su personalidad.

6. CASO PRÁCTICO: “LA ASESINA DE ANCIANAS”.
            En este punto del trabajo se va a tratar un caso real del que puede ser el último caso de asesino en serie de España. El objetivo de este apartado es realizar un perfil psicológico criminal de este asesino a partir de la información aparecida en los diferentes medios de comunicación.
            Esta claro que las condiciones en las que se va a realizar este perfil no son metodológicamente correctas ya que no podemos hacer una evaluación de la escena del crimen, no podemos acceder a datos de la investigación forense, mucha de la información que usamos puede estar sesgada, ser errónea o incompleta. En cualquier caso, el perfil criminológico siempre tiene como enemigo la ausencia de información en mayor o menor grado.
            No obstante el objetivo es ver cómo se podría trabajar con los datos que tenemos para realizar un perfil.
6.1 EL CASO:
(ANEXO 1).El 10 de Junio de 2006 aparece muerta en su casa de Barcelona, con signos de violencia, una anciana de 83 años. El 27 y 30 de Junio vuelven a aparecer, en la misma ciudad, otras dos ancianas muertas en similares circunstancias.
            Las muertes se producen por un golpe en la cabeza y estrangulamiento. Parece que el robo no es el móvil, es más, parece que no hay más móvil que las simples muertes.
            El 3 de Julio es atacada en su domicilio de Barcelona una anciana que quedó inconsciente tras un golpe en la cabeza y un intento de estrangulamiento.
            Por todo esto la policía cree estar delante de un caso de asesinatos en serie.
6.2 EL PERFIL.
            Este caso se cuenta con dos factores que son muy propicios para hacer un perfil, el primero es que contamos con una víctima con vida, la cual puede darnos muchas pistas sobre el criminal. El segundo es que la policía cuenta con una fotografía de una cámara de seguridad en la que se ve a una sospechosa acompañando a una de las víctimas.
Este datos nos aportan información sobre el sexo, raza, edad y características físicas del criminal, mujer, raza blanca, entre 40 y 50 años, complexión fuerte, pelo negro y corto, 1,60 cm. de altura, española.
            Si no contáramos con estos datos y nos guiáramos del método inductivo, las estadísticas no dirían que sería un hombre, más del 80% de los asesinos en serie son hombre, de raza blanca (los asesinos en serie suelen elegir a víctimas de su misma raza), de entre 30 y 50 años. En este caso, al elegir a víctimas indefensas como ancianas, los datos nos dicen que suelen ser víctimas frecuentemente elegidas por asesinas en serie, el que los crímenes no tengan connotaciones sexuales también es una características que apunta a que el sospechoso puede ser mujer.
            La escena del crimen nos habla de un asesino organizado, no deja huellas y sus actos requieren planificación, no hay signos de impulsividad ni de mucha violencia. Nada parece reflejar  que haya  deterioro debido a enfermedad mental, por lo cual buscamos a un sociópata.
            En el modus operandi, el asesino ha elegido víctimas fáciles, ancianas que viven solas, no se quiere arriesgar, a una de sus víctimas la ha dejado con vida, lo que quiere decir que es un asesino novato, no tiene muy conseguida aún su forma de matar. El golpe en la cabeza le sirve para reducir a la víctima, luego usa una toalla o les tapa la boca para asfixiarla. No usa armas, quiere sentir la muerte cerca, quiere sentir el poder que tiene sobre esa persona. Busca la muerte, saben que las víctimas la pueden reconocer, no les tapa lo ojos, no lleva la cabeza cubierta porque la víctima le deja pasar a su casa. Este es un hecho importante, la puerta no está forzada, la entrada en la casa se hace con consentimiento de la víctima, lo que indica que es una persona con buena apariencia, ha sabido ganarse la confianza de su víctima, posiblemente le haya ofrecido ayuda (Jose A. Rodriguez Vega entraba en casa de las ancianas ofreciéndoles ayudas para realizarles trabajos de albañilería). Es por tanto una persona simpática, sociable, posiblemente trabaje de cara al público. Optar por personas que viven solas requiere una planificación, vigilancia, acecho a la víctima, seguimiento, búsqueda de información. Esta operativa lleva tiempo, los asesinatos  les han salido muy bien (excepto en la parte de matar), habría que buscar otros casos de ataques en domicilios tiempo atrás por las mismas zonas para evaluar si han podido ser realizados por esta misma persona en sus primeros actos.
            Los crímenes se están produciendo con muy poco intervalos de tiempo entre ellos, solo días, no hay casi fase de enfriamiento en este asesino, está viviendo mucho estrés y ansiedad, sus fantasías ya no le valen  y va a seguir matando. Habría que buscar a una persona que en los últimos meses haya sufrido algún suceso estresante como que le hayan echado del trabajo, separado... No se dispone de información pero posiblemente cada vez actúe con más violencia.
            Parece que el robo no es el móvil, solo se lleva algunas cosas, posiblemente trofeos para posteriormente recordar el crimen y volver a revivirlo.
            Respecto al perfil geográfico podemos decir que actúan en una zona muy concreta de la ciudad, estamos hablando de que sus delitos se comenten en 3 barrios cercanos entre si. El asesino vivirá en esa misma zona, se mueve andando o en medios de transportes, dado la cercanía entre los crímenes no parece posible que use un coche.
            Los asesinatos se realizan en fines de semana, posiblemente entre semana tenga un trabajo que no le permita ausentarse. Si se descubre que ha habido casos anteriores posiblemente podremos asegurar de que vive solo o al menos con alguien al que no le da explicaciones de donde pasa el tiempo y qué hace los fines de semana.
            La firma nos habla de engaño, el fin perseguido es acabar con la vida de esa persona, no hay ira, no hay tortura, estamos antes una persona que se gana la confianza de una persona, posiblemente se muestre muy amable, quizás oiga las quejas de la anciana y se muestre comprensiva, luego las mata rápidamente, no quiere su cuerpo, no le interesa mucho la persona en sí misma, no la manipula una vez muerta, no la agrede sexualmente, ni siquiera usa armas o algún kit de violencia, todo es muy rápido, una vez que quiere cortar la relación que tiene con su víctima, la mata rápidamente.
            Sería muy importante entrevistar a la superviviente y ver de qué estuvieron hablando. En este caso, lo que el asesino quiere expresar no se refleja en lo que le hace al cuerpo de su víctima pero puede que sí esté reflejado en cómo es la relación con su víctima antes de matarla, si no es en lo que le hace, quizás sea en lo que le dice.
            Sería interesante saber por la víctima superviviente si cuando la empieza a asfixiar la víctima está consciente o sigue inconsciente por el golpe en la cabeza. Creo que será la primera opción. Cuando decide acabar con ella, quiere sentir la muerte, se sienta sobre ella y le tapa, posiblemente le mire a los ojos y perciba como su respiración se va apagando, como se va, posiblemente eso sea lo que le excite. Si está inconsciente sería muy difícil saber cuando está muerta. Si quisiera matarla sin más, no usaría dos técnicas, con los golpes serían suficientes para matarla, no tendría que recurrir al estrangulamiento. Es estrangulamiento es típico de aquellos asesinos que quieren controlar y saborear como poco a poco van matando a sus víctimas, algunas veces, cuando están a punto de morir les deja respirar otra vez para que quede claro que él tiene el poder sobre la vida y la muerte de su presa.
            6.3 LA SOSPECHOSA.
            (ANEXO 3). El 5 de Julio de 2006 se detiene a la sospechosa Remedios S. S, nacida en la Coruña y residente en el norte de Barcelona, en una zona limítrofe entre el barrio de Nou Barris, Sant Martí y Sant Andreu. Tiene 49 años y fue detenida tras salir de un salón recreativo en el que, según las noticias, habría usado la tarjeta de crédito de una víctima. Trabaja de cocinera en un bar.
            Se la considera presunta asesina de dos muertes y un intento de asesinato, aunque también se la relaciona con otra anciana hallada muerta el pasado 10 de Junio y otras cinco agresiones sobre mujeres de entre 70 y 87 años en domicilios de Sant Andreu (2), Gràcia y Ciutat Vella.
            Remedios era miembro de una familia numerosa con una situación económicamente  precaria, lo que hizo que a los 16 años se trasladara a Barcelona para mejorar su situación. Se casó, tuvo 2 hijos gemelos y tras veinte años de matrimonio se separa y sus hijos se quedan con el padre. Tuvo más tarde una relación tortuosa que le llevó a acabar a un hogar de acogida, dos meses antes de los hechos se produce una tercera ruptura.
            Según vecinos y conocidos, era una mujer normal, un poco introvertida pero nadie podía esperarse que fuera la autora de los crímenes. Además de los problemas de pareja, al parecer Remedios es ludópata y en algunas ocasiones ha tratado de mostrar una imagen de triunfo y éxito en su vida que nada tenía que ver con la realidad.
             En el registro de su casa aparecen muchos objetos presuntamente robados en las casas de sus víctimas. Por los objetos encontrados se descarta el móvil del robo, pero se llega a la conclusión de que posiblemente haya más víctimas.
            Desde su arresto, Remedios S.S. se niega a declarar y es ingresada en prisión  en la Unidad de Psiquiatría. Continúa el secreto del sumario.
            6.4 REFLEXIÓN.
            La infancia de Remedios es dura, hermana de 11 varones, tiene que cambiar su vida de un pueblo pequeño a la gran ciudad de Barcelona para intentar huir de la pobreza. A pesar de estar rodeadas de varones durante su vida, las relaciones amorosas con éstos parece que no funcionan. Tras 20 años de matrimonio se separa y los hijos, a diferencia de la mayoría de los casos, prefieren irse con el padre. Luego otras dos rupturas amorosas. Hay indicios de malos tratos en algunas de estas relaciones.
            En lo económico parece que tampoco se ve muy agraciada, tiene que trabajar en varios sitios para acabar pagando sola la hipoteca de su casa.
            Se refleja un sentimiento de inferioridad y baja autoestima en varios casos en lo que engaña a conocidos tratando de aparentar que posee más de lo que tiene. Todos estos factores provocan una ansiedad y estrés que posiblemente estén detrás de su adicción al juego.
            Es fría emocionalmente, no siente remordimientos y ni se inmuta cuando sirve los desayunos a los policías y clientes que comentan las muertes. Embauca y engaña para mostrar la imagen que quiere que vean los demás, cuando la descubren guarda silencio. Perfil típico del sociópata.
            El estrés provocado por el problema económico que le estaba ocasionando la ludopatía, junto con su última separación pudieron ser los factores desencadenantes de los crímenes. Coinciden en el tiempo.
            Remedios busca salir de la miseria, si no puede con las tragaperras lo intenta al menos fantaseando sobre lo que podría haber conseguido si la vida le hubiera sonreído.
            ¿Las ancianas son unas víctimas fáciles o tienen algún significado?. Las casas no son desvalijadas, se roba algo de dinero pero no es ese el fin. ¿Una persona que necesita dinero no mataría para robar?. Quizá la muerte sea el único móvil, no interesa el dinero de la víctima solo la víctima en sí misma, en lo que representa. Sin más datos sería presuntuoso aventurarse a describir este significado, pero en mi opinión la muerte de las víctimas tienen un valor para el asesino, le da poder, pueden decidir sobre la vida y la muerte, un poder que ha conocido y que posiblemente sea igual o más adictivo que el que  da el juego. Una mujer anciana es una presa fácil, pero quizá sea algo más, quizá  represente una madre o en lo que una se puede convertir, una mujer que acabará vieja, sola y que no merece ni la pena robar. Quiere destruir este presagio de futuro con la muerte de cada anciana pero al poco tiempo conocerá otra anciana, una que le recuerde a ella, a su madre, una con la que llegue a tener confianza y le cuente su vida, una vida que quizás sea desgraciadamente muy parecida a la de ella y vuelva a tener que hacerlo.